A la hora de reformar el cuarto de baño, los aparatos sanitarios son pieza fundamental. Tienen un uso diario y con el tiempo se van deteriorando. Los muebles de lavabo, además, sufren el paso del tiempo también porque las modas van cambiando y muebles de baño como el que nos encontramos en esta obra ya están desactualizados, siendo un modelo que recuerda a tiempos pasados. En este baño, aprovechamos para cambiar toda la fontanería y los desagües, para así tener unas instalaciones nuevas y recién reformadas.

Dentro de los muebles de baño, hay multitud de modelos. Como cada uno somos diferente al resto, los colores y modelos van a gusto de cada cliente. En este caso, tras reformar todo el cuarto de baño, se optó por un mueble de diseño moderno. Es un mueble suspendido en pared, sin patas, dejando todo el espacio inferior libre para facilitar la limpieza del suelo. Se compone de dos módulos, uno grande con dos gavetas y otro más pequeño con puerta. Terminamos el conjunto con un lavabo de porcelana blanca con seno desplazado hacia la derecha. Muy cómodo ya que en la zona izquierda nos deja más espacio libre para poder colocar elementos de aseo y decoración.

En esta obra se realizó la reforma completa del cuarto de baño, modificando todas las instalaciones de fontanería, electricidad y calefacción. Nos encontramos con un radiador de elementos de aluminio, que está instalado en el centro de la pared derecha del baño. No es el lugar más apropiado porque el usuario no puede colocar ningún armario ni elemento en esa pared al estar el radiador. Muchas veces nos acostumbramos a tener los elementos en un sitio, pero no quiere decir que sea el lugar óptimo.

Al realizar la reforma del cuarto de baño, se modificaron los tubos de calefacción para desplazar el radiador a la zona de ducha. En este caso es una muy buena localización, puesto que por un lado tenemos la ventana al lado, y así el radiador para el frío que entra en invierno por ella. Por otro lado, al ser un plato de ducha de grandes dimensiones, el radiador está lo suficientemente lejos de la grifería de ducha como para no salpicar ni mojar las toallas que tengamos en el radiador toalleros. Es muy agradable y confortable en invierno, salir de la ducha y coger la toalla calentita para secarnos.